Réquiem por un campesino español

El libro está narrado por Mosén Millán, el cura de un pueblo aragonés que hace uso de su memoria para relatar la vida de Paco el del Molino, un joven humilde y valiente que desde pequeño estaba decidido a rebelarse contra las injusticias de su pueblo. Paco siempre fue amigo del cura. Desde temprana edad le acompañaba a dar la extremaunción a los enfermos. En una ocasión fueron a unas cuevas donde no había ni luz, ni agua. El enfermo yacía en el suelo. Las condiciones eran tan sumamente pésimas que Paco quedó impresionado. Años más tarde Paco fue elegido concejal. Intentó quitarle al duque sus tierras y terminar con el pago de los arrendamientos que los campesinos debían pagarle. Don Valeriano, el alcalde del pueblo, era también administrador del duque. Al principio se mostró amable con Paco cuándo este habló de expropiarle las tierras al duque, pero, más tarde, acabó traicionándole. En España se había proclamado la República y los poderosos y ricos estaban nerviosos con esta situación. Decidieron hacer frente a todos los que se habían rebelado contra ellos. Muchos fueron asesinados. Paco el del Molino corrió a esconderse a las Pardinas; pero, por culpa de un malentendido, el padre acabó revelando su paradero al cura. Éste, incapaz de mentir, desveló el escondite del chico. Pensó que lo mejor sería negociar su encarcelamiento, pero hizo jurar a los “señoritos” que no iban a matarlo. Cuando el cura convenció a Paco de que se entregara para proteger a su familia y esposa, fue capturado por los “señoritos”, que incumplieron su promesa y le llevaron al cementerio, donde le ejecutaron junto con otros dos campesinos. El cura recordaba todo esto mientras, un año después de la muerte del Paco, esperaba dar la misa funeraria, a la cual nadie acudió, excepto los que se sentían responsables de su muerte, como símbolo de protesta.